Creo que pasó una semana de mi último post, pero no sólo no tuve tiempo de escribir sino que también escaseaban las ganas.
Me estuve planteando últimamente muchísimos tipos de relaciones para tratar de entender el por qué al repetido sufrimiento de las mujeres con diferentes parejas. ¿Acaso nunca aprendemos? ¿Nos gusta sufrir? ¿O quizás no nos damos cuenta?
No me puse a pensar en esto motivada por una situación personal actual, sí por anteriores y por las actuales de la gente que me rodea.
Una de las primeras cosas o situaciones que más me asombra es la de la relación que NO ES, me explico? Esa idealización de relación que NO ES REAL y es producto tanto de celular y redes sociales. En mi caso, tuve una relación así y de PURA CASUALIDAD (o causalidad) cuando tenía unos diecisiete años. Pero tampoco puedo decir que fué idealizada porque luego nos vimos. De hecho, muchas de mis relaciones comenzaron a través de internet, o se nutrieron de ella.
Igual, ese no es el tema. Volviendo a los que nos trae sobre las relaciones que NO SON un ejemplo es el que acabo de enterarme por Twitter. No, no le pasó a mi mejor amiga, ni una compañera del trabajo o de la facu. A UN CONTACTO EN TWITTER.
El x en cuestión como es usual en un hombre se encargó de endulzarle el oído y llenarla de esperanzas e ilusiones que a diferencia de concretarse terminaron pereciendo en el mismo medio en que fueron creadas. Hubo promesas de viajes, de una relación perfecta, de hijos y terminó en la nada misma.
SÍ, PROMESAS VIRTUALES. Pero, ¿Pierden valor porque se escriben y no se dicen frente a frente?
¿Hay algún culpable?¿Podríamos decir que el es una mala persona? No sé que pensar a raíz de esto.
Yo en mi posición diría, WOW paremos acá ¿hijos? ¿relación? y me lo estás diciendo por celular en vez de venir a verme frente a frente, en vez de viajar y darme un beso. Yo frenaría, no dejaría eso avanzar por una cuestión de salud mental. Y también, porque conozco lo rápido que vuela mi imaginación y lo mucho que puedo llegar a sufrir si nada se concretara.
Esto me da lugar a la siguiente afirmación: si quiero sufrir, sufro. Si no quiero sufrir, no sufro.
Nadie nos hace nada que nosotros no queramos, no podemos atarnos a las palabras de alguien en vez de a sus actos.
Una relación del tipo que sea, se forma de a dos en la vida real, puede verse potenciada por la accesibilidad al estar conectados cuando no estamos juntos. Pero una relación se arma con miradas, con caricias, con sexo, con risas. Por lo menos así sabemos que si sufrimos, lo vivimos y nos queda. Pero no podemos sufrir por algo que en realidad no existió y fué producto de la complejidad de nuestra proyección mental.
Me cae bien esta chica, hablamos seguido. Pero sólo puedo pensar que no se conoce a sí misma lo suficiente como para crear un límite e impedirse lágrimas y sufrimiento por algo que nunca tuvo y ojo, NO ESTOY HABLANDO de esas relaciones que se dan en la vida real y son un vaivén durante años y no se concretan nunca con una 'relación seria'. Esas duelen un poco más. Y en esas existe relación, aunque no sea del tipo formal, existen miradas, risas y todo lo demás.
En este caso pienso, X es un pelotudo o tiene alguna enfermedad que no le permite medir lo que dice e incluso cuando puede retractarse no lo hace, si va tejiendo telarañas con todas las chicas de twitter tampoco lo vamos a saber. Y ella, creo que ella puede estar en el limbo entre la inocencia o ser bastante boluda, porque flaca no podés creerte que vas a tener un hijo con alguien que durante cuatro meses no salió del celular y de los DMs. So, come on! Levantate de la cama, salí a ver el sol, sentí el viento en tu cara y comprate un cuarto de helado.
SIEMPRE, SIEMPRE! estamos a tiempo de darle Block virtual o real a alguien que puede llegar a dañarnos.
Pd: Si llegás a leer esto, ojalá no te enojes. Si te enojás, no lo hice a propósito.
Necesitaba analizar tus dichos y leerlos, y mi blog es uno de mis lugares en el mundo.
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DIY: No terminé de lijar.
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