miércoles, 15 de octubre de 2014

back to zero

No entiendo por qué me pongo a escribir en este momento que la paja se apoderó de mí. Siempre se apodera de mí igual.
Ya no me acuerdo ni por qué empecé a escribir este blog. Creo que tenía una meta, pero ya no la recuerdo, era otra Mimi seguramente.

Ya llevo escribiendo acá casi dos años, es como si un tornado hubiera comenzado en ese momento y recién termina hoy. En cuanto llega no querés que pase nada, pero, mamu, es un tornado. Nada va a quedar igual para cuando decida irse. Siento que es la mejor forma de describir lo que estuve atravesando este ultimo tiempo. Dí mil vueltas con el tornado, sufrí, lloré, hasta que solté la idea de que las cosas van a seguir siendo iguales. Hay un ahá-moment que nunca se sabe cuándo sucede, creo que viene gradualmente hasta que ya lo tenemos incorporado, comprendemos que cuando todo pase no va a quedar nada tal como lo conocíamos, todo va a estar destruído.
Era necesaria la destrucción, tenía que desaparecer todo lo que conocía, patrones, hábitos, viejas ideas. Todo tenía que desaparecer si realmente quería reinventarme. Pasó, y cuando miré para atrás ya no había nada.
Ahora queda armar de nuevo las bases y levantar, no hay otra opción que no sea construir algo nuevo y lindo. Algo que me nutra y me haga sentir bien, algo que sin dudas debo construir yo.
Siempre evadí cualquier tipo de responsabilidad porque era el camino más fácil, claramente las salidas fáciles son las más difíciles porque nunca vamos a poder demostrar el poder que realmente tenemos para crear nuestra realidad.

Ya no me siento un 35% loaded, me siento un 60% cargada.