jueves, 27 de octubre de 2016

Finally

Hoy puedo respirar y no sentir dolor ni necesidad de tenerlo cerca. Hoy ya no quiero compartir las cosas emocionantes que pasan en mi vida con él. Hoy ya no necesito su aprobación en la decisiones que tomo, creo que hoy finalmente lo saqué no sólo de mi mente sino que también lo expulse de mi cuerpo.
Hoy recordarlo ya no me genera dolor ni nostalgia, ahora es simplemente un mal recuerdo con algunas cosas hermosas. Todo ese amor que creía hermoso y único dejo de serlo y es opacado por el dolor y la paranoia que se generó en torno a eso.
No puedo descifrar cuándo fue el momento exacto en el que pasó, pero sé que hace unas semanas cuando el viento me golpeaba el cuerpo te recordé y una sensación de dolor y rechazo me invadió de pies a cabeza. Ya no podía recordarlo como yo quería, lo recordaba como era. Hermoso y enfermo.
Me enamoré de una imposibilidad y luché para que fuera posible pero en esa lucha perdí más de lo que gané.
Recuerdo nuestras tardes y nuestras risas, pero también recuerdo el dolor y todas las lágrimas que derramé, también todas las veces que tuve que permanecer escondida porque su imagen importaba más de lo que nos estaba pasando y todos los días que se alejaba después de demostrarme amor a cuentagotas.
Y el día que yo ya no pude sostenerlo, me perdí por completo y enfermé tanto como el.
Ya no quería controlar los impulsos y me importaban poco sus consecuencias. Mi amor había empezado a morir porque no estaba, y cuando decidió quedarse ya era demasiado tarde.
Me había lastimado demasiado pero yo no lograba verlo, sentía el veneno dentro pero ese veneno era el que me mantenía con vida dentro del mundo enfermo que habíamos creado.
Es gracias a todo ese proceso de muerte y resurrección que descubrí que cuando dos personas se quieren, no se destruyen. Y nosotros destruimos una relación y en el medio también lo hicimos con nosotros mismos. Bajo esa premisa sólo me queda aceptar que ya no nos amábamos, ya no éramos nosotros. No éramos nada.

Hoy ya no espero que vuelvas, porque no quiero que vuelvas.
Hoy me tengo y me quiero tanto que no podría permitir que te acerques después de haberme desarmado de la forma en la que lo hiciste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario