jueves, 28 de abril de 2016

Dialogue

Por primera vez dije que voy a callar el bullicio del exterior y a dialogar conmigo misma para escuchar qué quiero y qué siento.
Para que se entienda por qué nunca puedo callar voces tendría que explicarles un poco mi carta astral y la conexión entre el signo Géminis y mi Venus natal. Ya que la mayoría de diálogos y monólogos provienen de ahí y en esa necesidad de contar, hablar y vincular con los demás.
Esta maravilla que es para mi tener la Venus en Géminis que permite hacer tres cosas a la vez, estar en varias redes, tener ideas creativas y a la vez ser muy charlatana y lanzada tiene su contra ya que a veces hablo muchísimas cosas con muchísima gente que quizás es un poco malintencionada o emite opiniones porque obviamente yo les doy el espacio para que lo hagan, y cuando hay muchas opiniones en una cabeza podemos olvidarnos de la nuestra y acá empieza el punto por el cual escribo.
Tengo en algún punto cierta inocencia que me caracteriza, con lo cual siempre creo que la gente viene con buenas intenciones. Big fail.
Es muy difícil para mi creer que a veces las personas tienen problemas y el único modo de comunicarse es hiriendo. Y entonces entrego todo en la mesa y confío cosas que no debería.
Acá el aprendizaje de una Venus en Géminis, aprender a callar. Y aprender a dialogar con una misma.
Si tengo que escucharme hoy tengo cierta certeza de algo que anhelo y también cómo y con quién. A su vez mucho miedo porque ya me lastimaron tanto que no creo poder soportarlo una vez más.
Hoy sigo, pero como buena Venus en Géminis me canso rápido.

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